viernes, 19 de febrero de 2010

Equilibro natural

"La verdadera amistad llega cuando el
silencio entre dos transcurre amenamente."

Erasmo de Rotterdam
(Escritor, erudito y
humanista holandés)

Un camino cuesta arriba nos llevó a las nubes. Eran muchas, rodearon todo, y ahí perdí. El error de pensar que el mundo está a favor, o que esa felicidad que se siente es la que aparece cuando uno hace las cosas bien, pero el sol fue desapareciendo y las nubes lo tomaron todo.
Caminé y seguí caminando y el silencio trastornaba mi mente, no podía ser así, no debía ser así. Cuando la comunicación se hace efectiva, los participantes quedan satisfechos, pero aunque es imposible no comunicar, puede pasar que el mensaje no llegue a entenderse; la falta de un lenguaje no verbal o excederse con él, son extremos que pueden cambiar ese mensaje, causar malentendidos, lograr un día nublado.
Cuando no se tiene nada que decir, es mejor callar, y ahí es el momento de disfrutar las miradas, los gestos, esa sonrisa que tan pocas veces vi, y sin embargo el pensamiento dice otras cosas. El sol nos hace querer, confiar, sentirnos bien. Las nubes nos dan miedo, oscuridad, frío, humedad. Llorar no nos hace más débiles, al contrario. Divertirnos no nos hace más fuertes. Hablar, no es necesario para calmar el aburrimiento. Ser diferentes a como somos en realidad es mentirnos a nosotros mismos, no nos da felicidad plena, es inventada. En la vida se puede tener un equilibrio entre ese camino iluminado por el sol y esa cima perdida en las nubes. Los hombres nacemos para vivir en equilibrio, no es un constante día soleado ni en la tristeza de uno nublado. Podemos ser libres, nadie nos dice qué hacer o qué sentir, pero hay que sentir. Las relaciones sociales son mucho más que un simple acercamiento, allí uno transmite muchas cosas.
Tal vez algún día podamos entenderlo, ya pasó, volvió a pasar, pero el equilibrio vuelve algún día, porque los hombres somos seres algo inteligentes, y el corazón también.