sábado, 3 de julio de 2010

Cosas que pasan

Las cosas pasan, para un lado, para el otro. A veces las esperamos, a veces no y la sorpresa nos causa sorpresa. La vida es un constante movimiento de cosas, de seres, de vida. Es todo un objeto dinámico que corre, que traspasa los límites del tiempo (si es que el tiempo es una cosa o que tiene límites), que se mueve constantemente dejando un camino lleno de huellas.
Las cosas pasan, para un lado, para el otro y a veces nos quedamos boquiabiertos.
Miro el horizonte y tengo la esperanza de que el tiempo vuelva atrás, de lo que guardo firme (y triste o quizás alegremente) en mis recuerdos vuelva a ser realidad. ¿Realidad de qué, cuándo cómo? ¿Qué es la realidad? ¿Qué es realidad?
"No vayas fuera, vuelve a ti mismo. En el hombre interior está la verdad" (San Agustín)
Nos vamos, volvemos, se van, vuelven, las cosas son diferentes, pero las cosas pasan, para un lado, para el otro pero pasan, cumplen un ciclo y pasan.
Soy como soy, paso. Como las cosas que pasan. Pero es inevitable (y curioso): extraño que pasen cosas, aunque las cosas pasan todo el tiempo y no me doy cuenta.

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